Mientras que las escuelas atenienses hacían hincapié en las ideas, la educación espartana recalcaba la disciplina, el buen estado físico y la fuerza simple y llana. Miren la cara del muchacho. Está decidido a no mostrar dolor, aunque un zorro robado--escondido debajo de su capa--lo está mordiendo. Esa clase de disciplina era la marca de un buen soldado.